A 15 kilómetros de Bucarest, tras las antiguas cocinas del Palacio de Mogosoaia, la colosal estatua de Lenin descansa recostada sobre la cabeza de Petru Groza, Primer Ministro comunista en 1947, que proclamó la República Popular de Rumanía. Para la confección del monumento, obra del rumano Boris Caragea, se utilizó el bronce proveniente de la fundición de una estatua dedicada a rey Carol I, todo un símbolo de que llegaba una nueva era para Rumanía.
Hasta el 21 de abril de 1990 la estatua del primer presidente soviético se encontraba frente al "Palacio de la Prensa Libre", llamado entonces Palatul Scanteii (Scanteii - "La chispa"- era el periódico oficial del Partido Comunista Rumano). Al estallar la revolución la estatua sufrió las iras de la población y el desprecio de las nuevas autoridades, terminando su viaje en el lugar donde se encuentra, sobre todo para curiosidad de turistas extranjeros, pues son pocos los rumanos que conocen su ubicación y muchos menos los que desean hacerle una vista.
No todos los visitantes de Bucarest tienen la oportunidad de llegar hasta Mogosoaia, pero casi todos pasan frente al estalinista Palacio de la Prensa Libre (construido en 1950 según el modelo de los grandes palacios estalinistas de Moscú) y el pedestal de granito rojo, hoy vacío, que un día ocupaba "Tovarasul Lenin" y del que le apeó una grúa post-comunista. De nuevo una estatua era símbolo de que llegaban otros tiempos para Rumanía.
No todos los visitantes de Bucarest tienen la oportunidad de llegar hasta Mogosoaia, pero casi todos pasan frente al estalinista Palacio de la Prensa Libre (construido en 1950 según el modelo de los grandes palacios estalinistas de Moscú) y el pedestal de granito rojo, hoy vacío, que un día ocupaba "Tovarasul Lenin" y del que le apeó una grúa post-comunista. De nuevo una estatua era símbolo de que llegaban otros tiempos para Rumanía.
1 comentario:
curiosisima e interesante historia!
Paco
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