Rumanía, un país multicultural

Si hay un error, que se puede cometer tanto en España como en Rumanía, es creer que si se conoce una ciudad o una zona del país, se conoce al resto. En ambos países es difícil definir su cultura, sus gentes, sus costumbres, de forma breve, pues son varios los idiomas, culturas, tradiciones... que conforman ambos países y nos muestran ejemplos de lo que son países multiculturales llenos de matices (y en el caso rumano también multireligioso).

Múltiples idiomas, múltiples culturas
Al visitante le suele sorprenderle que en Rumanía, como en España, hay regiones enteras donde se habla habitualmente otro idioma además del común a todo el Estado (teniendo también carácter de cooficial en muchas zonas del país).

Así, aunque la gran mayoría del país habla rumano (idioma oficial en todo el territorio de la República, que es obligatorio conocer), es fácil encontrar en Transilvania colegios que imparten sus clases en Alemán o en Húngaro (sin duda la principal minoría del país, aproximadamente un 8% de la población), teatros en estos idiomas, medios de comunicación, personas que lo emplean habitualmente en su vida diaria, carteles en lugares públicos, etc.

Tampoco hay que olvidar a los gitanos rumanos, al contrario de lo que ha ocurrido con los españoles, conservan mayoritariamente su idioma propio: el romaní.

Pueblos que dejaron huella
Pero el movimiento de fronteras, las conquistas y reconquistas y los flujos migratorios de los últimos siglos también han dejado la presencia de otras minorías que conservan idioma y costumbres: hay rumanos de origen griego, ucranian
o, judío, turco, serbo-croata, búlgaro, italiano, armenio, etc. Lo que, por cierto, configura a Rumanía como uno de los países europeos con folclore más variado y rico de toda Europa.

La gastronomía o el mismo idioma común también dan testimonio de los que pasaron y los que se quedaron. Pocos platos pueden llamarse rumanos de principio a fin, casi todo lo que se puede comer en Rumanía se puede encontrar en una cocina balcánica, centroeuropea o turca (un buén ejemplo es el "sarmale"); eso si, cocinada de otra manera, con otro matiz, otras especias, sin la aportación rumana fruto de siglos de fogón y fuego lento.

El idioma rumano tampoco es ajeno a estos movimientos, a pesar de ser una lengua latina, posee también términos eslavos (“sí” por ejemplo se dice “da” como en los países eslavos) y por supuesto encontraremos palabras del turco, húngaro, alemán, francés, italiano o inglés.

Además, el movimiento de fronteras también ha provocado que queden comunidades de rumanoparlantes en otros países (Ucrania, Serbia, Hungría, Bulgaria, etc.), que sea el idioma oficial también en la vecina República de Moldavia (aunque denominado moldavo) y tenga cierto reconocimiento oficial en Voivodina (Serbia).


Rumanía, país multirreligioso

Aunque tendemos a identificar Rumano y Ortodoxo, esto no siempre es verdad, basta darse un paseo por la mayoría de las ciudades rumanas para encontrarse con catedral ortodoxa, católica y protestante. También sinagogas, mezquitas y templos de otras confesiones salpican los paisajes urbanos y las creencias del país de los Cárpatos.

Ciertamente la religión predominante es la cristiano ortodoxa (algo más del 80% de la población), se encuadra dentro de la Iglesia Ortodoxa Rumana (Biserica Ortodoxă Română), con jurisdicción propia desde 1872 (anteriormente dependía del Patriarca Ecuménico de Constantinopla), actualmente es la segunda de las iglesias ortodoxas autocéfalas, por detrás de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

También tienen una visible presencia los católicos en las prácticas religiosas rumanas, sobre todo entre los húngaros y alemanes de Transilvania. En siglos anteriores el catolicismo fue fomentado por la monarquía Austro-Húngara, que por ejemplo, en muchas zonas del país, no permitían que las iglesias ortodoxas tuvieran fachada directamente a la calle o se construyeran en piedra (así nacieron las hermosas iglesias de madera, muchas de ellas actualmente Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), sin embargo, hoy su número de fieles es mucho menor que antaño.

Las iglesias nacidas de la reforma, las protestantes, también tienen cifras importantes de fieles en Rumanía. Sin ir más lejos, en Transilvania es posible ver docenas de hermosos templos que dan buena fe de ello: las iglesias fortificadas de Transilvania, también Patrimonio de la UNESCO.

Y por supuesto, la comunidad judía, cuyo número de integrantes ha descendido enormemente en el siglo XX por las brutales persecuciones durante la II Guerra Mundial y las emigraciones, conserva algunas comunidades y sinagogas activas.

Siglos de convivencia con sus virtudes y problemas

Aunque también, como en Esp
aña, hay tensiones lógicas entre unos y otros, intentos por hacerse prevalecer, la inevitable lucha entre nacionalismo centralista y nacionalismo periférico, entre concentradores y desconcentradores...

Afortunadamente siglos de convivencia entre distintos grupos también dejan proyectos ejemplares de convivencia entre culturas, como por ejemplo la Universidad Babeş-Bolyai (UBB - Universitatea Babeş-Bolyai) en Cluj-Napoca, llamada así en honor a dos científicos transilvanos, uno rumano y el otro húngaro. En ella estudia más de 40.000 rumanos 105 cvarreras universitarias, en rumano, en húngaro, en alemán e incluso en inglés. Todo un ejemplo de multiculturalidad en la Europa de hoy.

Fotografías: Rubén Herranz.
Iglesia Protestante (Sibiu), Mezquita (Bucarest), Monasterio Ortodoxo (Sinaia), Iglesia Armenia (Bucarest), Sinagoga (Bucarest).


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Muy bonito el site. Lo he hencontrado de casualidad.Fdo Una rumana