Esta unión, que llegaba tras el sufrimiento que había causado la Primera Guerra Mundial, de la que Rumanía salió victoriosa (incluso llegaron a ocupar Budapest, capital de la vecina Hungría), fue reconocida internacionalmente en el Tratado de Trianon. A partir de este momento se abría para Rumanía uno de sus más intensos periodos de prosperidad y colaboración con la comunidad internacional, destacando su intensa actividad desarrollada en el seno de la Sociedad de Naciones.
La celebración actualmente
Actualmente el 1 de diciembre es celebrado en todo el país. En Bucarest hay siempre una parada militar (que pasa bajo el Arco del Triunfo) y una ceremonia en la tumba del soldado desconocido. También las principales confesiones e Iglesias del país se suman a las celebraciones con oficios religiosos en sus sedes.
Y por supuesto, la Fiesta Nacional se celebra de manera singular en Alba Iulia, donde se sitúa el lugar de la firma de la Unión y un museo que lo recuerda. En torno al 1 de diciembre, como recuerdo de aquellos días, se celebran festejos con desfiles militares, ofrendas, conciertos, festivales, teatro y todo tipo de actividades lúdicas y festivas.
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