El monumental edificio de estilo neo rumano o neobrancovenesco (hay incluso quién lo define como el art-decó rumano) que ocupa el Museo del Campesino Rumano, es sin duda una de las visitas obligadas para todo aquel que quiere conocer la cultura rumana.
Antes, era la sede del “Museo del Partido Comunista Rumano” y las excursiones organizadas no tenían más remedio que pasar por él y “admirar” sus logros. Hoy, su visita nos descubre inmediatamente que Rumanía es uno de los países europeos con mayor riqueza etnográfica y folclórica.
Su visita es agradable, sus salas espaciosas, modernas, bien organizadas y con piezas de gran calidad (no en vano ha recibido varios premios museísticos de prestigio internacional), que nos muestran como son las tradiciones del pueblo rumano a través de la vida de los que lo conocen mejor, los campesinos, los hombres y las mujeres del campo.
100.000 piezas muy diversas
El museo cuenta con cerca de 100.000 piezas (aunque lógicamente no todas están expuestas): cruces de madera, maravillosos iconos de diversos materiales (cristal, madera, metal), exvotos, cerámicas, telas, tallas en madera, mobiliario, bordados, alfombras, huevos pintados, instrumentos musicales, herramientas para las tareas del campo, libro antiguos, máscaras… una casa completa de madera, varias iglesias (una, por cierto, en el patio trasero), varios molinos, puertas talladas de Maramures, estufas cerámicas, etc. Y todo también explicado en inglés.
Miles de objetos que dan cuenta de los llamativos ritos funerarios, de la espiritualidad ortodoxa, de las tradiciones milenarias de las aldeas, de la estela que dejaron los antepasados, del día a día en el campo, de los trabajos tradicionales y en definitiva, de un sentir y un vivir ajeno al de la bulliciosa ciudad que es Bucarest.
El museo cuenta con cerca de 100.000 piezas (aunque lógicamente no todas están expuestas): cruces de madera, maravillosos iconos de diversos materiales (cristal, madera, metal), exvotos, cerámicas, telas, tallas en madera, mobiliario, bordados, alfombras, huevos pintados, instrumentos musicales, herramientas para las tareas del campo, libro antiguos, máscaras… una casa completa de madera, varias iglesias (una, por cierto, en el patio trasero), varios molinos, puertas talladas de Maramures, estufas cerámicas, etc. Y todo también explicado en inglés.
Miles de objetos que dan cuenta de los llamativos ritos funerarios, de la espiritualidad ortodoxa, de las tradiciones milenarias de las aldeas, de la estela que dejaron los antepasados, del día a día en el campo, de los trabajos tradicionales y en definitiva, de un sentir y un vivir ajeno al de la bulliciosa ciudad que es Bucarest.
Descubrir un país multicultural y recordar su pasado
Curioso, sin duda, resultará al foráneo contemplar los trajes típicos de Rumanía, pues al contemplar trajes alemanes, turcos, gitanos, ucranianos, húngaros, etc. comprenderá parte de la diversidad de un país multicultural y plural como es Rumanía.
En el sótano quedan algunos vestigios de lo que fue el anterior museo que aquí existió, retratos de dirigentes soviéticos (incluido Stalin), pequeños bustos de Lenin y algún que otro fetiche soviético, que hacen recordar un pasado no muy feliz para los rumanos, pero que a muchos europeos del Oeste resulta curioso y kitsch.
También es muy recomendable una visita a la tienda del museo, donde se puede encontrar artesanía rumana de todo tipo y de calidad garantizada. Y no olvidemos la librería, con interesantes fondos sobre temas etnográficos.
El museo además ofrece otros servicios: cursos y seminarios, proyección de películas y documentales, festivales de música tradicional, etc. Y por supuesto, es el complemento perfecto de una visita al cercano Museo de la Aldea o “Muzeul Satului” (o mejor todavía del Museo ASTRA de Sibiu).
Datos prácticos:
Şoseaua Kiseleff, 3 (muy cerca de Piaţa Victoriei).
Metro: Piaţa Victoriei
Horario: de martes a domingo de 10:00 a 18:00
Teléfono: (004) 021 317 96 60
Fax: (004) 021 312 98 75
Curioso, sin duda, resultará al foráneo contemplar los trajes típicos de Rumanía, pues al contemplar trajes alemanes, turcos, gitanos, ucranianos, húngaros, etc. comprenderá parte de la diversidad de un país multicultural y plural como es Rumanía.
En el sótano quedan algunos vestigios de lo que fue el anterior museo que aquí existió, retratos de dirigentes soviéticos (incluido Stalin), pequeños bustos de Lenin y algún que otro fetiche soviético, que hacen recordar un pasado no muy feliz para los rumanos, pero que a muchos europeos del Oeste resulta curioso y kitsch.
También es muy recomendable una visita a la tienda del museo, donde se puede encontrar artesanía rumana de todo tipo y de calidad garantizada. Y no olvidemos la librería, con interesantes fondos sobre temas etnográficos.
El museo además ofrece otros servicios: cursos y seminarios, proyección de películas y documentales, festivales de música tradicional, etc. Y por supuesto, es el complemento perfecto de una visita al cercano Museo de la Aldea o “Muzeul Satului” (o mejor todavía del Museo ASTRA de Sibiu).
Datos prácticos:
Şoseaua Kiseleff, 3 (muy cerca de Piaţa Victoriei).
Metro: Piaţa Victoriei
Horario: de martes a domingo de 10:00 a 18:00
Teléfono: (004) 021 317 96 60
Fax: (004) 021 312 98 75
2 comentarios:
Muy interesante también, en la planta sótano, me parece recordar, los ejemplares de "Scanteia" que se pueden observar.
Cierto! no se te escapa una Banyuken.
Como se nota que eres periodista ¿no?
Un día de estos escaneo uno que tengo en casa y lo pongo por aquí.
PD: Scînteia era el periódico oficial del Partido Comunista Rumano.
http://en.wikipedia.org/wiki/Sc%C3%AEnteia
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